El pasado sábado tuvo lugar la celebración de la fiesta de los cazadores de San Huberto en el Moral

Este año, además de la Fiesta Religiosa, como novedad es ofreció una exhibición de perros de rastro sobre jabalí salvaje y otra de perros de muestra sobre codorniz sembrada.

Hacia las ocho de la mañana el Delegado deportivo de perros de rastro puso en marcha toda la compleja organización necesaria para el desarrollo de esta exhibición, que tuvo como escenario el lote de caza de Serradores y el Moral. Se reunión los monteros con sus perros, los jueces deportivos, los técnicos en montaje del equipo audio visual con la instalación de una pantalla de plasma en color mediante la cual los seguidores de la prueba pudieron ver las evoluciones de los perros sobre el rastro, los jueces del control principal, etc. Todo ello acompañado de una hermosa mañana con una gran cantidad de espectadores y que a las doce culminó con un rotundo éxito, donde se levantaron y avistaron varios jabalíes y sobre todo sin ningún incidente negativo.

Poco después sobre la una de la tarde, todos nos acercamos hacia la Ermita del Moral para asistir a la celebración de la Santa Misa.
¡La Ermita del Moral! Cuantos recuerdos guarda entre sus paredes, cuantas veces sirvió de refugio al pastor y cazador acosado por la cellisca, cuanto alivio y seguridad dio al caminante desorientado por la niebla y calado por el rocío. Diríase que la Virgen eligió las alturas del Moral, una de las mas bellas y grandiosas de Cantabria para construir su Ermita, segura de contar con las oraciones del montañero, caminante, y como no con las plegarias de los monteros y cazadores de Cantabria en recuerdo de sus amigos y compañeros fallecidos, aquellos que durante tantos y tantos años les acompañaron en tertulias y cacerías y también aquí, como hoy lo estamos nosotros en ésta nuestra Ermita y que durante la celebración de la Santa Misa rezaron por los compañeros fallecidos, como hoy lo hacemos nosotros por ellos.

La Virgen del Moral preside desde estas cumbres el hermoso panorama que abarca los montes de Cieza y Ucieda, los del Moral y Dehesa de Barcena Mayor, maravilloso paisaje circundado al Oeste por los Puertos de Sejos, las cumbres de Peña Sagra y los Picos de Europa, nombres todos que reavivan en el cazador miles de recuerdos. Los Tiros de las Palancas, o el Acebo en el Puente de Mozagro, los montes del Berrón o de Tangueis, los hermosos Hayedos del pernal de Arados en el Monte del Río los Vados, los tupidos robles y hermosas hayas de Guzalgoso donde la luz se filtra a través de sus hojas, en tonalidades suaves, que nos dejan ver en la penumbra, las bolitas rojas de los acebos, el verde de los grandes helechos, y las tiernas hojas de la zarzamora que tanto gustan a los corzos.

Durante la celebración de la Santa Misa, D. Enrique nos recordó nuestra responsabilidad como cazadores en el deber que tenemos de conservar y proteger la naturaleza y la caza, mencionando las palabras del Santo Padre sobre nuestra obligación de cuidar y respetar el medio ambiente y que de ello depende el legado que dejaremos a nuestros hijos. Como el Ángel que con sus Alas protegió a nuestro Santo Patrón San Huberto, indicándole el camino a seguir, también nos preteje a nosotros, porque qué cazador si mira hacia su interior no recuerda… aquella vez que resbaló y no cayó al precipicio gracias a aquella mata de arbusto que milagrosamente creció en aquel lugar o el día que por culpa de un tropezón se le disparó la escopeta etc… todos los cazadores sabemos de que hablo. En varias ocasiones durante la celebración D. Enrique leyó la larga lista de cazadores fallecidos desde el año pasado y que desgraciadamente fueron muchos los que nos dejaron, demasiados diría yo, por los cuales rezamos, terminado el acto entonando fervorosamente La Salve a la Virgen como hacemos todos los años.

Terminada la Misa, el Delegado de competiciones de caza menor nos invitó a presenciar la exhibición de unos perros adiestrados para la caza de volatería: cuatro de la raza Setter Ingles y dos Bretones.

La técnica y el adiestramiento para buscar y postura para indicar el lugar donde se situaba la pieza fue de una belleza espectacular, tanto individual como en equipo a patrón, arrancando en varias ocasiones los entusiasmados aplausos de los espectadores.

Y como el cambio del tiempo se tornaba negruzco y con pinta de tormenta, nos apresuramos hacia la carpa donde nuestros amigos Toñi y Enrique, maestros en el arte de la barbacoa, nos tenían preparado un rico almuerzo.

El Presidente Ignacio Valle, las Secretarias Pilar y Lucía y toda la Directiva de la FCC, muestra su agradecimiento especialmente a D. Enrique, a la Organización de los eventos deportivos por su laborioso trabajo y a todos vosotros por vuestra participación y presencia, cerrando este acto con el deseo de que paséis un buen año y pedimos a San Huberto que nos de a todos salud y fuerza para volvernos a ver el año que viene, en esta querida Ermita de La Virgen del Moral. Muchas gracias.